Los diseños nacen como una respuesta firme al deseo de la afición blanquirroja de verse diferenciada en sus equipaciones del resto de clubes, mensaje que ha sabido captar Castore para que, apelando a la historia y cultura de su ciudad, los sevillistas luzcan unas camisetas que les representan más que nunca. Desde la entidad blanquirroja se entiende que ambas efemérides justifican un homenaje pendiente a la entidad deportiva más importante que ha tenido esta ciudad por arraigo social, historia y éxitos deportivos.