En la Italia renacentista aparecieron los trajes más ricos y espectaculares de la Historia, de vivos colores y formas imaginativas y originales, que otorgaban gran relevancia a las mangas, a los pliegues y a las caídas de tela de forma vertical, con finos bordados y rica pasamanería. El humanismo comportó un nuevo ideal del ser humano y la naturaleza, que se reflejó en una nueva forma de vestir, con trajes más acotados al cuerpo, camiseta de estado unidos más cómodos y manejables.