Y ese fue el momento en el que algunos de los seguidores del Atlético de Madrid, entre ellos once condenados por desórdenes públicos, comenzaron a lanzar objetos contra los aficionados rivales y contra las fuerzas policiales encargadas de su protección. Pero unos minutos después, a eso de las 19:15 horas, los ultras detectaron la presencia de la comitiva de seguidores del Real Madrid que, escoltados por agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), se habían trasladado en autobús desde la ciudad deportiva blanca hasta la antigua fábrica de Mahou, camiseta de españa situada muy cerca del campo de fútbol.